Su voz durmió aquella noche

escondida en su corazón

mientras las miradas se perdían

al no existir ella…

El silencio le amó eternamente.

El dolor amaneció en su alma

Y ella se perdió para siempre.

Eduard Punset define Felicidad como la ausencia de miedo, y claro no podemos quitarle la razón… Aunque sí podemos realizar algunas objeciones.
De esta forma, considero que la ausencia de miedo es más bien algo que se logra gracias a la seguridad con la que se afronta vida, con independencia de que puedan surgir problemas o cuestiones concretas que nos hagan sentir vértigo. Se puede ser feliz… y tener miedo, momentáneo ante algo que nos sucede, algo que se cruza en nuestro camino, pero ahí es dónde aparece ese instinto natural del que es capaz de afrontar las cosas… sin miedos a las consecuencias, con firmeza, con decisión y con seguridad.
Por eso, para mí, la felicidad no reside tanto en la ausencia de miedo, sino en la fortaleza que ofrece la seguridad en uno mismo… La vida está ahí para comérsela, para aprovecharla, para saborearla, para besarla, para mirarla a los ojos y retarla… La vida es como esa chica/o que se te cruza un buen día y con una leve mirada te invita a experimentar algo nuevo… Atrévete…

El viento siempre ha golpeado mi espalda con fuerza, quizá por eso cuando las cosas se ponen cómodas, necesito complicarlas… Siento esa sensación de que “no es normal que esto sea tan sencillo”. De esta forma, desde hace años no comprendo que la gente vaya buscando el camino más fácil… esa línea que le lleve hasta la meta sin tener que despeinarse o sin sufrir las consecuencias de los errores. Hay que advertir de que de cada error sale una garantía de madurez… un aprendizaje…. Pero también el peligro de caer eternamente en el pozo de la equivocación. Lo dejo en tus manos… lo dejo a tu voluntad de aprender y sacrificio… eso sí, no sucumbas ante la adversidad, sino aprende de ella.

EMPEZAR

No recuerdo cuándo la conocí… lo que sí sé es que aquella primera mirado me capturó para siempre.